Ottoman

Al hablar de elementos que sean nuestros aliados en decoración no podemos olvidarnos del Ottoman. Tiene la versatilidad de poder cambiar un estilo decorativo impartiendo un poco de modernidad. Es un elemento de larga vida que puede agregar color, generar contrastes, delimitar espacios y se lo puede ubicar en múltiples zonas del hogar.

Ha logrado transcender en el tiempo e irse adaptando gracias a sus múltiples usos. Puede utilizarse no solo como apoya pies, sino como mesa de centro o de café, para colocar libros o revistas o como un asiento auxiliar. Gracias a su diversidad puede usarse en estilos que van de lo clásico a lo barroco, ecléctico y minimalistas.

Los podemos encontrar en distintos textiles y formas, sean redondos, cuadrados o rectangulares. Se ven muy bien en entradas, pasillos anchos, al pie de la cama, y si son más pequeños, se los puede colocar hasta en el baño. Los de diseño redondo ayudan a romper un espacio muy estructurado y lucen muy bien en el centro de cuatro butacas dando un efecto de área de conversación. Si el espacio de su sala es muy reducido pero necesita tener más asientos disponibles, una manera de ubicarlos es colocarlos debajo de una mesa lateral, le da un toque de diseño y mantiene el espacio ordenado.

Muchas veces hay salas que necesitan ser delimitadas, es ideal para ubicarlos integrando terraza o comedor; al no tener respaldo y volumen, no cortan la visibilidad lo que permite que las áreas sigan teniendo continuidad.

Es importante contar con aquellos que nos sirven para almacenamiento en un dormitorio o área de juegos. Se miran espectaculares al pie de la cama, donde puede guardar cobijas y sábanas para la noche, también para almacenar los juguetes de los más pequeños.

Antes de adquirirlo tome en cuenta cuál será su uso. Si es una pieza transitoria o multiuso, verifique que su material sea textíl duradero y de fácil mantenimiento. Uno de los diseños más elegantes son los tapizados con estilo capitoneado.